Logo preload
expand_less
close Logo

Entrenamiento de los músculos respiratorios

En la presente entrada buscaremos entender de manera superficial lo que es la respiración, la ventilación, el intercambio gaseoso y como el entrenamiento de los músculos encargados de la ventilación puede ayudarnos a mejorar nuestro rendimiento.

Lo primero que hay que entender es que la respiración es un proceso que va más allá de la inhalación y la exhalación. Es una cadena de sucesos facilitados por el sistema nervioso autónomo, con cierto control voluntario. Empezando por la ventilación (entrada y salida de aire de los pulmones), el intercambio gaseoso, el transporte de gases fijados a células sanguíneas (glóbulos rojos) o diluidos en el mismo plasma, que luego cruzaran la membrana capilar para llegar a los tejidos donde en la mitocondria dentro de la célula serán utilizados junto con glúcidos o lípidos para producir energía química (ATP).

Ahora entendiendo que la respiración es un proceso extenso, nos centraremos en la ventilación y en sus dos principales fases, la inhalación y exhalación. Esta primera es un proceso completamente activo donde el accionar de los músculos inspiratorios genera un aumento en el volumen pulmonar. Esto a su vez genera una presión negativa que lleva a que el aire del ambiente entre a ocupar ese espacio. La exhalación que es un proceso pasivo cuando simplemente se deja de hacer fuerza por los músculos inspiratorios, el tamaño se ve reducido por el retroceso elástico del pulmón, lo que lleva a la salida de aire, también podrá ser mixto si acompañamos esta acción pasiva por la contracción de los músculos espiratorios que aumenten el flujo de salida del aire, permitiendo así volver a iniciar un nuevo ciclo ventilatorio con mayor velocidad.

Ya dentro de cada pulmón según West podremos encontrar tres zonas, la superior donde los alveolos (estructura funcional y básica del pulmón) están muy ventilados, pero hay poco riego sanguíneo, una zona media donde tanto la ventilación como la circulación son optimas y una zona inferior donde a pesar de la gran irrigación, la ventilación es limitada.

Todo lo anterior lo ampliamos con el fin de poder comprender que el entrenamiento de los músculos respiratorios no solo se centra en hacer de estos “mas fuertes” sino que también tendrá como objetivo el mejorar el patrón ventilatorio, generando un mayor reclutamiento motor del diafragma para así aumentar la ventilación en las bases pulmonares. Buscando incrementar la superficie de intercambio gaseoso en una región que ya está bien irrigada.

Según la literatura estos son algunos de los beneficios que podremos obtener con unos músculos respiratorios mas fuertes, resistentes y con un patrón ventilatorio mixto (diafragmático + costal) que nos permita un mayor volumen pulmonar durante la actividad:

Desplazaremos el umbral ventilatorio 2 ligeramente hacia la derecha, acercándolo al VO2 Máx, recordemos que este vt2 esta relacionado con el máximo estado estable de lactato y el ftp en ciclismo, básicamente lograremos sostener un ritmo continuo ligeramente mayor por periodos extensos de tiempo.

Aumentaremos la ventilación en las bases pulmonares, incrementando el área de intercambio gaseoso, necesitando teóricamente (falta evidencia) un menor numero de respiraciones por minuto para poder mantenernos en equilibrio químico. Esta reducción de respiraciones por minuto se vera relacionado con una disminución de la sensación de ahogo y de fatiga de los mismos músculos respiratorio.

Aumentaremos la ventilación en las bases pulmonares, incrementando el área de intercambio gaseoso, necesitando teóricamente (falta evidencia) un menor numero de respiraciones por minuto para poder mantenernos en equilibrio químico. Esta reducción de respiraciones por minuto se vera relacionado con una disminución de la sensación de ahogo y de fatiga de los mismos músculos respiratorio.

Aumentaremos la ventilación en las bases pulmonares, incrementando el área de intercambio gaseoso, necesitando teóricamente (falta evidencia) un menor numero de respiraciones por minuto para poder mantenernos en equilibrio químico. Esta reducción de respiraciones por minuto se vera relacionado con una disminución de la sensación de ahogo y de fatiga de los mismos músculos respiratorio.

Nota: El entrenamiento de músculos respiratorios si bien es un gran complemento al entrenamiento de la diciplina de resistencia practicada, está lejos de poder remplazar el entrenamiento convencional y debe de entenderse como un complemento y aplicarse en sesiones auxiliares mas que en las principales.

Por Pablo Pulido
Director metodológico de threshold experst sas.